Para confeccionar este suéter, se peina meticulosamente la cachemira de cabras criadas en las montañas de mongolia, donde la gran altitud y el clima frío dan como resultado un forro polar fino y suave. solo se utilizan las mejores fibras, lo que garantiza una coloración perfectamente uniforme al teñirse, así como una calidez excepcional y una suavidad increíble. después de este meticuloso proceso de abastecimiento, los artesanos los hilan en un molino italiano centenario y los lavan con agua pura de los alpes suizos.